Ferrari patentó un nuevo sistema de limpiaparabrisas cuya característica más llamativa es la ausencia de las escobillas, un elemento clave en los vehículos actuales, que generalmente funcionan bien (sólo se desgastan la superficie que entra en contacto con el vidrio) pero son algo anti-estéticos para los puristas del diseño.
En 2013, McLaren desarrolló un sistema de limpieza de parabrisas que recurría a pequeñas vibraciones para desplazar la lluvia, los insectos y el barro (nunca llegó a los autos de serie). Tesla también sugirió usar láseres en lugar de los limpiaparabrisas tradicionales, pero el reciente diseño de Ferrari es un poco más amigable para los autos de producción.
Las solicitudes de patente de Ferrari que reveló el sitio CarBuzz muestran que, en la parte inferior del parabrisas, hay al menos una boquilla “capaz de emitir un chorro de aire comprimido” para remover el agua y mejorar la visibilidad.
No es la primera vez que se patenta una solución de este tipo: en 1953, en Estados Unidos se registró una donde el aire comprimido sale disparado de las boquillas a ambos lados de cada limpiaparabrisas. La diferencia es que este diseño inicial sugería soplar aire hacia afuera, en la dirección en la que viaja el automóvil. Esto parece que también podría ser bastante efectivo, pero el beneficio del diseño de Ferrari es que ayudaría a “acelerar” el aire que se mueve sobre el auto.
Además, la ficha de Maranello indica disposición para calentar y enfriar el aire, algo que sería de gran ayuda en esas mañanas de invierno. Por supuesto, existen problemas inherentes. Uno de ellos es la necesidad de un compresor y un tanque de aire.
Cómo darse cuenta de que hay que cambiar las escobillas
Las escobillas limpiaparabrisas deben ser reemplazadas una vez por año, de acuerdo a lo que aconsejan los fabricantes, aunque a veces el desgaste se produce antes de tiempo por la exposición a temperaturas muy variables y al rayo del sol son dos cuestiones que afectan a su durabilidad.
Los síntomas que te indican que las de tu auto deben ser reemplazadas son:
Forman líneas o rayas en el parabrisas: si se observan marcas sobre el vidrio producidas por el movimiento de las escobillas, significa que no están haciendo su trabajo correctamente y deben ser renovadas.
Hacen ruido al barrer: si la goma no se desliza de forma suave sobre el parabrisas, no limpiará bien. Esto se puede solucionar intentando apretar o aflojar los brazos del sistema, ya que puede ser por una incorrecta instalación, pero si el problema persiste es momento de cambiarlas.
Fallas en la limpieza: si se detectan inconvenientes para una correcta limpieza durante el barrido, es probable que las gomitas estén en mal estado o que el brazo haya perdido adherencia.
Si las láminas de las escobillas se encuentran rotas, rasgadas o quebradas, es momento de cambiarlas.
Para alargar la vida útil de las escobillas, se recomienda limpiarlas con detergente y esponja una vez cada quince días. Además, no se deben utilizar cuando el vidrio está congelado, lleno de polvo o tiene “regalitos” de las palomas. Eso, por otra parte, podría rayar el vidrio.
Según los especialistas, al momento de cambiarlas es aconsejable recurrir a unas escobillas que combinen caucho natural y goma sintética en vez de las de caucho 100 por ciento natural, dado que han demostrado tener mayor resistencia a la luz solar y un mejor ajuste en el parabrisas.